Liliana Guancha
Liliana, de ascendencia colombiana pero ecuatoriana de corazón, tuvo una vida marcada por la diversidad y el trabajo duro. Desde una temprana edad, se involucró en el mundo de la costura, aunque tuvo que abandonar sus estudios para apoyar a su familia en el campo.
Después de casarse y tener tres hijas, incluida una con Síndrome de Down, Liliana recibió el bono de desarrollo humano del Gobierno, que ayudaba a aliviar los gastos médicos de su hija. Fue entonces cuando entró en contacto con ONU Mujeres y el proyecto Caminando.
Durante la pandemia, cuando se quedó sin trabajo, se unió al proyecto y presentó un emprendimiento de repostería. Con el capital semilla proporcionado, comenzó su negocio.
Las capacitaciones, compartidas con migrantes de diversas nacionalidades, fortalecieron su espíritu emprendedor y le brindaron una nueva perspectiva de la migración en su comunidad de Tulcán.
La historia de Liliana refleja su determinación y su compromiso con un futuro mejor para su familia y su comunidad.